Descripción: Esta buena práctica se refiere a la reactivación del movimiento asociativo en un sector de la periferia madrileña mediante la realización de un proceso de consulta y participación sobre las demandas y propuestas de la vecindad y la celebración de jornadas y mesas temáticas con expertos que acabaron dando lugar a la elaboración del Plan estratégico para el desarrollo del barrio incluyendo aspectos de vivienda, espacio público, empleo, educación, etc. y contribuyendo a la mejora de la convivencia vecinal mediante la firma del primer pacto cívico ciudadano promovido por entidades sociales. En esta práctica se involucró al conjunto de entidades sociales del barrio.

La práctica se concretaba en tres pasos: (i) la celebración de una consulta ciudadana para conocer las propuestas de los habitantes durante tres días de jornada; (ii) la celebración de una jornada de participación para priorizar las propuestas y ordenarlas diseñando cuatro mesas de participación (vivienda, empleo, educación y ecología) coordinada cada una por un experto y con el objetivo de concretar varias soluciones. Estas se presentaron a la ciudadanía en la jornada para priorizar las propuestas y soluciones más interesantes mediante su votación; y (iii) elaboración de un plan estratégico con los resultados.

Resultados: Con esta práctica se revitalizó el tejido asociativo del barrio y se recuperó el pulso social de Orcasitas, incorporando además nuevas metodologías de participación ciudadana y de dinámicas de redes propias de la sociedad de la información.

La práctica fue seleccionada por la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid como modelo de referencia para las asociaciones madrileñas.