Descripción: Esta buena práctica consiste en la recuperación, mejora y puesta en valor de varios espacios periurbanos de la ciudad de Girona como espacios verdes para: (i) el esparcimiento y ocio de los habitantes; y (ii) la conectividad ecológica de espacios de gran valor ambiental y paisajístico de la periferia con áreas verdes de la ciudad.

Las actuaciones han consistido en la apertura de sendas para la conexión de varios barrios con el entorno natural circundante, incluyendo la instalación de mobiliario como bancos, mesas, papeleras, observatorios de aves, etc. para el esparcimiento. El espacio forestal y agrícola existente se integra en el área verde para gestionarlos con el fin de evitar su abandono y disminuir el riesgo de incendios. Para ello, se delimitan las áreas de bosque y monte bajo, donde apenas se interviene, áreas de prado alto donde se realiza una siega anual y áreas de prado accesible que se siega de cuatro a ocho veces al año y que se reserva como lugar para el ocio.

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